miércoles, abril 12, 2006

ser y estar

el otro día charlando en un subte me comentaron que en árabe la palabra para querer y la palabra para tener son la misma.
la idea de que el idioma configura el modo en que una cultura construye su realidad siempre me resultó fascinante. pero, a la vez, siempre la acepté e interpreté como una idea académica, parte de algún apunte comprado en el cefyl, o a lo sumo del debate tibio de una olvidable clase de filosofía.
pero los subtes son una expresión de lo real oculto, quizás debido a su condición paradigmática de lo urbano invisible, a ese sudor de colectivo sin ventana al mundo, que sin embargo nos pasea por esta ciudad tan nuestra, tan latente. la línea a es tan buenos aires como buenos aires se puede ser, y tanto así forma parte de mi identidad argenta.
así que el asunto de los idiomas planteado casi azarosamente por debajo de mi espacio cotidiano me dejó pensando, buscando en el mapa otras tierras de análisis.
en inglés el verbo to be significa tanto ser como estar. esto hace tiempo me había llamado la atención por su grado de pragmatismo. en el mundo profesional de los paises de habla inglesa, no importa lo que uno haya estudiado, sino aquello que uno concretamente hace. si un ingeniero sin laburo se pusiera a manejar a un taxi, al preguntarle a qué se dedica él contestaría "soy taxista". se es allí donde se está.
cualquier pasado posible se pierde en una nebulosa, no hay registro de la magia de la búsqueda, no hay camino sino destino. la condición de existencia es la presencia tangible, único bastión de esa frágil construcción que llamamos realidad.

cuando viví en estados unidos, todo el tiempo me sentí ajena. entre mi existencia y su cultura había un abismo impenetrable. yo no conjugaba con ellos. me sentía un espectro, un cuerpo vació cuya alma habia sido arrebatada.
yo era y no estaba, estaba y no era. como si mi presencia corpórea fuera posible sin que yo de verdad fuera yo, y mi yo intangible danzara libre e inescrutable por estos pagos, lejos de mi cuerpo que -irremediablemente curioso- buscaba otros caminos.
hoy, como siempre y más que nunca, me escribo en castellano. hoy elijo vivir exactamente acá, donde puedo a la vez y por separado ser y estar, estar y ser, cada uno de ellos en su más absoluta completitud.