miércoles, diciembre 28, 2005

verano y camino

siempre estoy sufriendo por los que se van y los que se quedan
soy un barco descansando en la marea
voy a despertar abandonando amanecer
hasta que la ruta se haga amante de mis pies

tengo espacios de mi sombra transparente
que atraviesan los planetas y la gente
viajo caminando sin volver sobre mis huellas
voy dejando que el misterio se quede dormido en ellas

me llaman en la galaxia el astronauta de lo incierto
que muta para escaparle a las lágrimas del tiempo
y si canto vida cuando salgo a recorrer
es porque bebo el viento, bebo el viento para ser



para todos los que viajan con el cuerpo y con el alma
para guili, el verdadero astronauta de lo incierto

domingo, diciembre 25, 2005

feliz nalbandian

a las 12 estaba brindando en el balcón con mis viejos y mi hermano.
yo estaba en pijama. no hubo cena ni arbolito (somos judíos), pero igual nos gustan los regalos.
hay gente que te manda mails para las fiestas, gente que por ahí en el resto del año te hace más mal de ojo que otra cosa.
después está la idea de reunirse en familia con los parientes que no conocés, los que viven lejos y no te ves jamás porque viven lejos, y los que viven cerca y no te bancás porque en el 87 te cagaron con guita. reunirse con todos esos es el mal de ojo posta.
la gente tira los cohetes más pedorros del mundo. uno cree que se los ahorran para año nuevo, pero el 31 se da cuenta de que ni en pedo. se excitan como chanchos en celo cuando salen a la calle o a la terraza y prenden los fueguitos esos. nada artificial puede ser bueno.
a los chicos chiquitos y a los perros les dan miedo los ruidos esos. y esta gente es la que tiene la posta.
en el departamento de enfrente había gente, bastantes especímenes juntos. estarían contentos? había un tipo que no se bancaba más a la mujer? los pibes tenían las bolas llenas? nunca se todo esto.
la cuestión es que a las 12 pasó el 92 por honorio pueyrredón. venía vacío, desnudo completamente. nunca vi un 92 así, bondi sardina si los hay. y entonces le grité al chofer, con toda la garganta en las rejas del balcón "feliz navidad loco!!!"

domingo, diciembre 11, 2005

sentidos

de los cinco sentidos, autosuficientes y complementarios ellos, hay uno que es central en la comunicación humana. el sentido más crudamente delator, que determina la experiencia, define el rumbo de todos los encuentros, y que pone en juego todo aquello que somos y que elegimos alternativamente mostrar u ocultar -esto último sin éxito ni disfraz ni escape posible-.
no está dado esto de ningún modo por la tiranía de ciertos medios modernos de comunicación, ni por imposiciones en materia estética o de salud. es más bien una cuestión de otro tipo de desnudeces.
quien toca a otro puede hacerlo sin que aquel otro le acaricie la piel, sin que recorra sus relieves para poder comprender la confluencia de llanuras claras, mesetas imponentes y montañas violentas agolpadas en escasos centímetros del mismo ser.
quien huele a otro se inunda de esa esencia sin que el otro se perfume con la verdad del primero al sentirle el olor.
quien oye a otro puede apreciar las melodías que escapan de su cuerpo mientras vive condenado al eterno silencio de quien no es escuchado nunca.
quien prueba el gusto de otro puede saberlo dulce, ácido, amargo mientras el otro saborea la nada del desencuentro.
quien mira a otro, en cambio, corre el riesgo más noble, creando el vértigo más importante y fundacional de la historia de la interacción entre los hombres: se muestra entero, se deja mirar, abriéndose tanto más cuanto más penetra en los paísajes del compañero.
en el gran pez, el joven edward bloom acude con una valentía y tranquilidad impresionantes a la casa de la bruja del pueblo. cuenta la leyenda -temida especialmente por todos aquellos que no saben mirar- que la bruja tiene un ojo mágico en donde quien observa puede ver su propia muerte. pero cuando edward se busca en él, el ojo de la bruja es completamente blanco. es ella quien, al mirar, ve que el niño es un fabuloso pez, que tal como los peces más grandes en el río se volverá más y más grande no dejándose pescar jamás.
los desencuentros, los escapes, no son azarosos, ocasionales. quien da la espalda y se aleja lo ha visto todo y ha elegido partir. la ceguera de espíritu no existe realmente.
cuando un verdadero ciego nos toca nos ve el alma, nos busca el centro con las manos.

miércoles, diciembre 07, 2005

silvio, lo autoreferencial y la circularidad

siempre que se hace una historia se habla de un viejo, de un niño o de si
siempre que se hace una historia se habla de un viejo, de un niño o de si?
siempre que se hace una historia se habla de un viejo? de un niño? o de si?
siempre que se hace una historia se habla de un viejo, de un niño y de si
siempre que se hace una historia se habla de un viejo, de un niño: de si.